sábado, 23 de enero de 2010

Las lentejas de Diógenes


Dicen que en la antigua Grecia las lentejas eran el plato más humilde, asequible y barato. El sabio Diógenes, en su intento de buscar la sabiduría y la rectitud dejando de lado los honores mundanos, se mantenía casi exclusivamente de estas legumbres en su austera morada. Un día, unos pensadores que habían sido compañeros de juventud de Diógenes y que habían hecho carrera en el régimen le espetaron: "Querido Diógenes, si adularas un poquito al rey, no tendrías que comer lentejas cada día". A lo que el filósofo respondió: "Y si tú aprendieras a encontrarle el gusto a las lentejas, no tendrías que vivir adulando al rey cada día".


A qué viene todo esto??  Pues he vuelto a releer uno de los libros de Jorge Bucay, y la verdad que me gusta bastante y me da que pensar. Muchas historias a parte de ser trasladable a nuestra vida personal, también lo son a nuestra vida profesional.
Son muchos los compañeros que cuando se enterán de que tienes tu propia empresa, te saltanacon la típica frase, "que bien eres tu propio jefe", yo suelo contestar que tengo un jefe cada semana.
Por ello, para el emprendedor es mucho más importante que para el trabajador, marcarnos una filosofía de hasta donde estamos dispuestos a "adular" a nuestros reyes. En mi opinión si realmente queremos disfrutar de nuestro proyecto y nuestro trabajo, debemos marcar una filosofía clara que nos permita estar agusto con nosotros mismos, y no ceder ante todas las peticiones. Es preferible disfrutar de unas buenas lentejas a vivir adulando a reyes diferentes cada día.
En ocasiones se confunden las expresiones de "calidad total" y "fidelización del cliente", con adulaciones sin sentido, creo que debemos buscar la frontera y marcarla desde nuestros comienzos para ser felices y disfrutar de nuestros proyectos.

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