En el mundo del deporte tenemos claro que hay momentos que hay que parararse y quitarse las piedras del zapato. Empeñarnos en no perder esos segundos en desatarnos, quitarnos la zapatilla, sacudir, volver a poner la zapatilla y atarla; no merece la pena. Este tiempo no es nada en comparación con el daño que nos puede hacer a lo largo de los kilómetros y lo que puede ralentizar nuestro paso.
Intentando aplicar lo que me enseña el deporte a mi vida.
Tambien puedes parar, apretar el talon contra el suelo y sentir el dolor.
ResponderEliminarPara despues decidir quitarte la zapa con una dosis doble de convencimiento.
Pues si es verdad. Esa fase ya le he pasado y la verdad que se me paso a la hora de contarlo.
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